1 Samuel 20 - Biblia Dios Habla Hoy Latinoamericana (1996)

Libro de 1 Samuel
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728293031

1 - David huyó de Naiot de Ramá, y fue adonde estaba Jonatán, para decirle: –¿Qué he hecho y o? ¿Cuál es mi culpa? ¿Qué pecado he cometido contra tu padre, para que él busque matarme?

2 - y Jonatán le contestó: –¡Dios no lo quiera! ¡No te matará! Ten en cuenta que mi padre no hace nada, sea o no importante, sin comunicármelo. ¿Porqué razón iba mi padre a ocultarme este asunto? ¡No puede ser!

3 - Pero David insistió: –Tu padre sabe muy bien que yo cuento con tu estimación, y no querrá que lo sepas para evitarte un disgusto. ¡Pero te juro por el Señor y por ti mismo que estoy a un paso de la muerte!

4 - Entonces Jonatán le preguntó: –¿Qué quieres que haga yo por ti?

5 - David respondió: –Mira, mañana es la fiesta de luna nueva, y debo sentarme a comer con el rey. Pero déjame que me esconda en el campo hasta pasado mañana por la tarde,

6 - y si tu padre pregunta por mí, dile que yo te pedí con urgencia permiso para ir a mi pueblo, a Belén, porque toda mi familia celebra allí el sacrificio anual.

7 - Si contesta que está bien, quiere decir que puedo estar tranquilo; pero si se enoja, sabrás que ha decidido hacerme daño.

8 - Así que hazme este favor, ya que soy tu servidor y nos hemos jurado amistad ante el Señor. Ahora bien, si la culpa es mía, mátame tú mismo. No es necesario que me lleves ante tu padre.

9 - Pero Jonatán respondió: –¡No pienses tal cosa! Si llego a saber que mi padre está resuelto a hacerte mal, te lo comunicaré.

10 - Entonces David le preguntó: –¿Quién me avisará en caso de que tu padre te responda de mal modo?

11 - Jonatán respondió: –Ven conmigo. Salgamos al campo. Los dos salieron al campo,

12 - y allí Jonatán le dijo a David: –Te juro por el Señor y Dios de Israel que entre mañana y pasado mañana, a esta misma hora, trataré de conocer las intenciones de mi padre. Si su actitud hacia ti es buena, te mandaré aviso;

13 - pero si mi padre intenta hacerte mal, que el Señor me castigue duramente si no te aviso y te ayudo a escapar tranquilamente. ¡Y que el Señor te ayude como ayudó a mi padre!

14 - Ahora bien, si para entonces vivo todavía, trátame con la misma bondad con que el Señor te ha tratado. Y si muero,

15 - no dejes de ser bondadoso con mi familia. ¡Que el Señor les pida cuentas a tus enemigos, y los destruya por completo! De esta manera, Jonatán hizo un pacto con David,

16 - {cf15i (TEXT OMITTED)}

17 - y por el cariño que Jonatán le tenía, volvió a hacerle el juramento, pues lo quería tanto como a sí mismo.

18 - Luego le dijo: –Mañana es la fiesta de luna nueva, y como tu asiento va a estar desocupado, te echarán de menos.

19 - Pero al tercer día se notará aún más tu ausencia. {cf2super [1]} Por tanto, vete al sitio donde te escondiste la vez pasada, y colócate junto a aquel montón de piedras. {cf2super [2]}

20 - yo lanzaré tres flechas hacia aquel lado, como si estuviera tirando al blanco,

21 - y le diré a mi criado: 'Ve a buscar las flechas. ' Si le digo: 'Las flechas están más acá de ti; anda, tómalas', podrás salir tranquilo, porque nada te va a pasar. Te lo juro por el Señor.

22 - Pero si le digo: 'Las flechas están más allá', vete, porque el Señor quiere que te vayas.

23 - En cuanto a la promesa que nos hemos hecho, el Señor es nuestro testigo para siempre.

24 - David se escondió en el campo, y cuando llegó la fiesta de luna nueva, el rey se sentó a la mesa para comer.

25 - Se sentó en el lugar de costumbre, junto a la pared. Jonatán se colocó enfrente, {cf2super [3]} y Abner se sentó al lado de Saúl. El asiento de David quedó vacío.

26 - Aquel día Saúl no dijo nada, porque se imaginó que algo impuro le habría ocurrido y no estaría purificado.

27 - Pero al día siguiente, que era el segundo día de la fiesta, el asiento de David quedó también vacío. Entonces le preguntó Saúl a su hijo Jonatán: –¿Por qué no vino ayer el hijo de Jesé a la comida, ni tampoco hoy?

28 - y Jonatán le respondió: –David me pidió con urgencia permiso para ir a Belén.

29 - Me rogó que le diera permiso, pues su familia celebraba un sacrificio en su pueblo y su hermano le ordenaba ir. También me dijo que si yo le hacía ese favor, se daría una escapada para visitar a sus parientes. Por eso no se ha sentado a comer con Su Majestad.

30 - Entonces Saúl se enfureció con Jonatán, y le dijo: –¡Hijo de mala madre! ¿Acaso no sé que tú eres el amigo íntimo del hijo de Jesé, para vergüenza tuya y de tu madre?

31 - Mientras él esté vivo en esta tierra, ni tú ni tu reino estarán seguros. ¡Así que manda a buscarlo, y tráemelo, porque merece la muerte!

32 - Pero Jonatán le contestó: –¿Y por qué habría de morir? ¿Qué es lo que ha hecho?

33 - Saúl levantó su lanza para herir a Jonatán, con lo que este comprendió que su padre estaba decidido a matar a David.

34 - Entonces, lleno de furia, se levantó Jonatán de la mesa y no participó en la comida del segundo día de la fiesta, porque sentía un gran pesar por David, ya que su padre lo había ofendido.

35 - A la mañana siguiente, a la hora de la cita con David, Jonatán salió al campo acompañado de un criado joven,

36 - al cual le ordenó: –Corre a buscar en seguida las flechas que yo dispare. El criado echó a correr, mientras Jonatán disparaba una flecha de modo que cayera lejos de él.

37 - y cuando el criado llegó al lugar donde había caído la flecha, Jonatán le gritó al criado con todas sus fuerzas: –¡La flecha está más allá de ti!

38 - y una vez más Jonatán le gritó al criado: –¡Date prisa, corre, no te detengas! El criado de Jonatán recogió las flechas y se las trajo a su amo,

39 - pero no se dio cuenta de nada, porque solo Jonatán y David conocían la contraseña.

40 - Después Jonatán entregó sus armas a su criado, y le ordenó llevarlas de vuelta a la ciudad.

41 - En cuanto el criado se fue, David salió de detrás del montón de piedras, {cf2super [4]} y ya ante Jonatán se inclinó tres veces hasta tocar el suelo con la frente. Luego se besaron y lloraron juntos hasta que David se desahogó.

42 - Por último, Jonatán le dijo a David: –Vete tranquilo, pues el juramento que hemos hecho los dos ha sido en el nombre del Señor, y hemos pedido que para siempre esté él entre nosotros dos y en las relaciones entre tus descendientes y los míos. par Después David se puso en camino, y Jonatán regresó a la ciudad.